Budapest es de las ciudades más románticas y bellas de Europa. Es cierto que siempre hablamos de la majestuosidad de París, pero no nos olvidemos de la capital húngara: de sus palacios, de sus calles, de sus avenidas… Y de sus hoteles. Visitar la ciudad en otoño y en invierno, sobre todo para disfrutar de sus termas, es una buenísima opción. Pero si vas,te recomendamos que te hospedes en uno de los mejores hoteles de la ciudad: el Four Seasons Hotel Gresham Palace Budapest.
En una de las mejores ubicaciones de la ciudad, frente al Puente de las Cadenas, Four Seasons Budapest se encuentra en un antiguo palacio construido en 1906, en lo que antes se denominaba Pest. Un maravilloso lugar, en la icónica plaza Roosevelt, en el que la arquitectura art nouveau impregna todo de elegancia.
Aunque fue renovado en el año 2006, la cadena Four Seasons ha cuidado mucho dejar algunos de los elementos originales para que el huésped sea consciente de que este es un lugar con historia. Sólo con entrar, con sus puertas de hierro forjado con forma de pavo real, ya lo notamos.
Todo respira un toque clásico, pero en algunos rincones se aprecia la modernidad y nos recuerda que estamos en un hotel de lujo absoluto con el encanto de los alojamientos de los de antes. «Encarna la época dorada de Budapest» explican desde el hotel. Por cierto, es el único cinco estrellas de la ciudad, es el único alojamiento de máximo lujo. Su vestíbulo, con más de dos millones de azulejos e impresionantes lámparas de araña, así lo de muestran nada más entrar.
Sus habitaciones, con camas cómodas, todo lujo de detalles y grandes ventanales, son perfectas para disfrutar de la ciudad. E incluso es posible deleitarse con ella desde entro… Ya que algunas tienen vistas a uno de los puentes más icónicos de Budapest. Ver el Danubio desde la ventana es una de esas experiencias irrepetibles que permite este hotel. Pero no sólo hay que quedarse en la estancia, hay que recorrerlo. A pesar de las piscinas que hay por toda la ciudad, también hay que reservarse un tiempo en el spa, uno de los mejores.
¿Y después? ¿Por qué no una copa o un cóctel en el lobby bar Múzsa? No está mal dejarse ver… y por su situación, ver quién entra y sale del hotel. Si queremos una cena o una comida más tranquila, nada como reservar su brasserie Kollázs. Y no fallan sus tartas, así que nada como acercarse, después de un buen paseo, a su Herend Afternoon Tea, disponible los fines de semana. Budapest es increíble, pero sin duda, lo es más durmiendo en el mejor hotel de lujo de la ciudad.
